A pesar de que las leyes de blasfemia han puesto en la diana a los cristianos en Pakistán, el gobierno no ha ejecutado a nadie que fuese declarado culpable en juicio. «Eso no quita que 70 personas acusadas de blasfemia han sido linchadas en acciones extrajudiciales por turbas», ha dicho el director ejecutivo del Centro por la Justicia Social situado en Lahore, Pakistán. «Lo letal de una ley no se mide solo por la ley, sino por el pueblo», ha dicho Jacob en una entrevista reciente a Catholic News Service.
«Los cristianos temen tanto por la pérdida de sus vidas y por el desplazamientos, debido a que la ley paquistaní es «vaga» en lo que considera un insulto al islam o Mahoma, su fundador», según Jacob.
«Hay una lucha enorme para que esta ley se enmiende o que el efecto de esta ley se neutralice con legislación paralela, que introduzca salvaguardias al abuso», añadió.
Jacob recordó lo que llamó el «Incidente Gojra», en 2009, en el que seis cristianos fueron quemados vivos, 140 casas destruidas y cientos de cristianos fueron desplazados por turbas cuando surgieron rumores de un insulto a Mahoma. «Tras este incidente una investigación judicial se llevó a cabo, además de la normal. Ésta elevó 10 recomendaciones que no han sido escuchadas. Sucesivos gobiernos no han escuchado los resultados de esas recomendaciones», añadió.
«Debería implementarse un sistema de investigación judicial que sea independiente y llevado a cabo por un juez de un alto tribunal», dijo Jacob que antes de servir durante 26 años en el Centro para la Justicia Social, estuvo involucrado en la Comisión Nacional para la Justicia y la Paz de los obispos paquistaníes.
Jacob hizo alusiones a un periodo de «lucha y vigilancia»: «el Gobierno de Pakistán es muy consciente de la presencia de ONGs y ONGs internacionales. Los servicios de ayuda católicos se han cerrado, Cáritas Irlanda, ha sido cerrada, no se les ha dejado operar en Islamabad».
Líderes cristianos en Pakistán «han afirmado e insistido en igualdad de derecho de asamblea, asociación y todos los derechos civiles», añadió Jacob. «Ahora hay un hilo de esperanza que reside en el hecho que, debido a su resistencia, ahora el Gobierno está pensando permitir trabajar a los servicios de ayuda católicos». «Están volviendo, poco a poco».
Fuente: Actuall, servicio del 26 de julio de 2019.